Acsa fue fundada en el año 1959 y su actividad, durante un largo período de tiempo, estuvo mayoritariamente dedicada al mantenimiento de la red de agua potable de Barcelona. Posteriormente se especializó en todo tipo de obras relacionadas con el ciclo del agua y, desde entonces, la obra hidráulica ha sido una constante en la trayectoria de Acsa.
A finales de los años noventa, Acsa estableció el objetivo de convertirse en una empresa constructora generalista, con intereses prioritarios en la contratación de obras de infraestructura, de edificación y de servicios. Como resultado de este impulso, su volumen de facturación se triplicó en el período 1998-2003.